β-alanina (parte 2): dosis a usar y efectividad de la β-alanina de liberación prolongada

Ezequiel Martin

Ezequiel Martin

Nutricionista, antropometrista ISAK II y Máster Oficial en Nutrición Deportiva.

Como comentamos en la entrada anterior, la utilización de SRBA (β -alanina de liberación lenta) puede evitar las sensaciones de parestesia a dosis bajas, pero para saber si tiene el mismo efecto sobre las concentraciones de carnosina muscular que la β-alanina de liberación rápida, debemos analizar un estudio a largo plazo.

Stegen et al, (1) no encontraron diferencias en las concentraciones de CAR muscular tras la ingesta de SRBA y RRBA durante 46 días (seis semanas) de suplementación (fig. 1).

Fig 1. Incremento en las concentraciones de carnosina muscular tras 46 días de suplementación con β -alanina pura de liberación rápida (PBA), o de liberación prolongada (SRBA). No se observaron diferencias significativas entre grupos en las concentraciones de carnosina musculares al finalizar el período de suplementación, ni en el incremento relativo (porcentual). (1)

En un estudio llevado a cabo en 2018 por Varanoske et al (2), se observó un incremento mayor en las concentraciones de CAR tras la suplementación con SRBA, en comparación con la RRBA (b-alanina de liberación rápida), y tras el período de suplementación solo se observaron diferencias significativas en el grupo que consumió SRBA vs placebo, pero no en el grupo que consumió RRBA comparado con el SRBA o placebo.

En ambos estudios, no se observaron diferencias en las concentraciones de CAR tras la suplementación con ambos tipos de liberación (SRBA y RRBA).

Por lo pronto, parece lógico concluir que la suplementación con SRBA de liberación prolongada es al menos tan efectiva como la RRBA para aumentar las concentraciones de carnosina muscular.

Una vez analizado esto, habría que evaluar cual es la dosis adecuada de suplementación, o como impactan distintas dosis.

En 2012, Stellingwerff et al (3) en 2012, llevaron a cabo un ensayo en el cual administraron a dos grupos (más un placebo) distintas dosis de BA en el rango de 1,6 a 3,2 g/día durante 8 semanas, y realizaron evaluaciones de las concentraciones de CAR a las 0, 2, 4, 8, 12, y 16 semanas. Un hallazgo importante de este estudio fue que las concentraciones de CAR incrementaban dependiendo principalmente de la cantidad total de BA consumida explicando el ~80% de la variación en las concentraciones absolutas de M-CAR (es decir los gramos consumidos por día multiplicados por la cantidad de días de suplementación), más allá de la dosis, el contenido de CAR inicial, o el tipo de músculo estudiado (fig. 2). En otras palabras, se observó una dosis-respuesta con la dosis absoluta consumida.

Fig 2. Dosis respuesta presentada en las concentraciones de carnosina muscular en el músculo gastrocnemio y en el músculo tibial anterior (3). El gráfico de la izquierda presenta el incremento absoluto (mmol·kg WM) y el de la derecha el incremento relativo o porcentual.

Siguiendo esta línea, Church et al (4) compararon la ingesta de 6 g·día de SRBA durante 28 días (tres ingestas de 2 g cada una), con la ingesta de 12 g·día de SRBA durante 14 días (3 ingestas de 4 g cada una), o un placebo. Tras este período de suplementación no se observaron diferencias en el incremento en las concentraciones de CAR muscular entre los grupos suplementados con BA. La sintomatología presentada solo estuvo relacionada a sensaciones de parestesia, y en número de personas que la reportaron no fue diferente entre grupos (3 personas en el grupo de 6 g·día, 2 en el grupo de 12 g·día, y 1 persona en el grupo placebo). Por otro lado, no se presentaron cambios en los parámetros hematológicos estudiados, y estos permanecieron dentro del rango de referencia normativo durante el período de suplementación.

Por lo tanto, este estudio parece indicar que la suplementación con 12 g de SRBA durante dos semanas es igual de efectiva que la ingesta de 6 g durante 4 semanas (la mitad de tiempo), y se mostró segura sin incrementar las sensaciones de parestesia u otros efectos secundarios.

No está claro hasta la fecha que protocolo utilizar para maximizar las concentraciones de M-CAR. El estudio que aportó una cantidad mayor de BA hasta la fecha fue llevado a cabo por Saunders et al (5) en el cual realizaron 24 semanas de suplementación con 6,4 g β-alanina·día, resultando en una ingesta total durante todo el período de 1075,2 g, y se realizaron evaluaciones de las concentraciones de M-CAR cada 4 semanas. En este estudio se observó un tiempo medio hasta alcanzar la concentración máxima de M-CAR de 18 (SD 6) semanas, y la máxima concentración media fue de 48,03 (SD 8,97) mmol·kg DM (o 11,04 mmol·kg WM), con un rango de 31,79 a 63,92 mmol·kg DM (fig. 3). Además, las concentraciones de carnosina se relacionaron con un mayor tiempo hasta la fatiga en el grupo que se suplementó, pero no en el placebo.

Fig 3. Concentraciones de carnosina muscular durante 24 semanas de suplementación con β-a (BA) o un placebo (PL) (5). En el gráfico de la derecha se presenta el tiempo hasta la fatiga en un test de alta intensidad durante el mismo período.

Un dato interesante que comentan los autores es que a diferencia de los hallazgos de Stelligwerff et al (3), en este estudio no todos los individuos incrementaron las concentraciones de M-CAR de forma lineal, posiblemente presentando diferencias por las dosis o el período de suplementación. Además, se observaron disminuciones en las concentraciones de M-CAR en ciertos momentos durante el período de suplementación, lo que indica que las concentraciones de M-CAR no solo incrementan dependiendo del aporte exógeno de β-a pudiendo haber otros factores que estén influyendo, como una regulación a la baja del transporte de BA a la célula, una reducción en la actividad de la enzima carnosina sintasa o una mayor degradación de la M-CAR por la carnosinasa. Debido a que este es el único estudio aportó esta cantidad de BA durante 6 meses y evaluó las concentraciones de M-CAR para determinar los cambios, es necesaria mayor investigación a largo plazo.

Conclusiones:
  1. La β-alanina de liberación prolongada parece ser al menos tan efectiva como la de liberación rápida para aumentar las concentraciones de carnosina muscular.
  2. Como el principal factor limitante en la cantidad diaria a suplementar con β-alanina es la sensación de parestesia o picores, podría ser beneficiosa la suplementación con β-alanina de liberación prolongada ya que se podrían conseguir los mismos resultados en períodos de tiempo más cortos, evitando así los largos períodos de suplementación que se suelen seguir habitualmente y que requieren compromiso diario por parte del deportista para cumplirlo.
  3. Si se generan molestias con el consumo, la suplementación podría ir al rango inferior (3,2 g·día) durante un período de tiempo más prolongado y dividiendo la dosis en varias tomas diarias, pero si no se generan molestias como puede ser el caso con SRBA, se pueden alcanzar dosis muy superiores (de al menos hasta 12 g·día) durante períodos de tiempo mucho menores para alcanzar los mismos resultados.
  4. Aunque al incrementar las concentraciones de carnosina a largo plazo han mostrado relacionarse con un incremento en el tiempo hasta la fatiga en una prueba de alta intensidad, aun queda profundizar más en su relación con el rendimiento, especialmente en pruebas por tiempo o distancia.
Referencias:
  1. Stegen S, Blancquaert L, Everaert I, Bex T, Taes Y, Calders P, et al. Meal and beta-alanine coingestion enhances muscle carnosine loading. Med Sci Sports Exerc. 2013;45(8):1478–85.
  2. Varanoske AN, Hoffman JR, Church DD, Coker NA, Baker KM, Dodd SJ, et al. Comparison of sustained-release and rapid-release β-alanine formulations on changes in skeletal muscle carnosine and histidine content and isometric performance following a muscle-damaging protocol. Amino Acids [Internet]. 2019;51(1):49–60. Available from: https://doi.org/10.1007/s00726-018-2609-4
  3. Stellingwerff T, Anwander H, Egger A, Buehler T, Kreis R, Decombaz J, et al. Effect of two β-alanine dosing protocols on muscle carnosine synthesis and washout. Amino Acids. 2012;42(6):2461–72.
  4. Church DD, Hoffman JR, Varanoske AN, Wang R, Baker KM, la Monica MB, et al. Comparison of Two β-Alanine Dosing Protocols on Muscle Carnosine Elevations. J Am Coll Nutr [Internet]. 2017;36(8):608–16. Available from: http://dx.doi.org/10.1080/07315724.2017.1335250
  5. Saunders B, de Salles Painelli V, de Oliveira LF, da Eira Silva V, da Silva RP, Riani L, et al. Twenty-four Weeks of β-Alanine Supplementation on Carnosine Content, Related Genes, and Exercise. Med Sci Sports Exerc. 2017;49(5):896–906.
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